En la madrugada de este martes, un bombardeo israelí en los suburbios del sur de Beirut dejó un saldo de al menos tres muertos y siete heridos, según informó el Ministerio de Sanidad libanés. El ataque aéreo amenaza con desestabilizar el frágil acuerdo de alto el fuego que estaba en vigor desde hace cuatro meses entre Israel y la milicia chií Hezbolá. El ejército israelí aseguró que el ataque fue dirigido hacia un militante de Hezbolá, vinculado recientemente con operativos de Hamás. Este bombardeo siguió a otro ocurrido el viernes contra Dahiye, un conocido bastión de Hezbolá, lo que marca una escalada en las tensiones en la región.
El presidente libanés, Joseph Aoun, condenó enérgicamente el ataque israelí, calificando la acción como una creciente agresión que exige una respuesta concertada de la comunidad internacional para defender la soberanía del Líbano. Hasta el momento, Hezbolá no ha emitido ninguna declaración oficial ni proporcionado información sobre la identidad del objetivo del ataque. Según reportes de la agencia Reuters, el bombardeo causó daños significativos en los tres pisos superiores de un edificio, mientras que los pisos inferiores resultaron ilesos, lo que sugiere un ataque selectivo. No se emitieron órdenes de evacuación antes del ataque, lo que ha incrementado la incertidumbre y el miedo entre los residentes de la zona afectada.
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