En los últimos días, el panorama político en España ha visto crecer una tormenta en torno a las credenciales académicas de sus principales figuras, especialmente dentro del Partido Popular (PP). La dimisión reciente de Noelia Núñez, una destacada diputada, por falsificar títulos universitarios, ha intensificado el escrutinio sobre la veracidad de los currículums en la política. Núñez, vinculada al prestigioso PP de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, era considerada una prometedora figura hasta que se destapó su fraude. En respuesta, el PP ha ordenado una revisión urgente de las biografías de sus miembros para evitar más escándalos similares. La situación ha llevado incluso a la corrección en línea de varios perfiles, como el del vicepresidente del Gobierno canario, Manuel Domínguez, cuyo máster en dirección de empresas ha sido eliminado.
En contraste, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha aprovechado la atención mediática para desviar el foco de sus propias controversias recientes, obteniendo así un alivio estratégico tras semanas difíciles. Este conflicto de credenciales académicas tampoco es nuevo; sigue un patrón cíclico que recuerda casos como los de Cristina Cifuentes y Carmen Montón. Figuras del PSOE, como el ministro Óscar Puente, han jugado un papel clave en destacar estas discrepancias, lo que ha llevado al PP a intensificar su ofensiva contra miembros socialistas como Puente, Patxi López y Pilar Bernabé. La tensión sigue en aumento, ya que ambos partidos intercambian acusaciones y demandas de dimisiones, destacando así una vez más la polarización en el ámbito político español.
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