El mercado del diésel en España experimentará un cambio significativo con el reciente anuncio de una reforma fiscal que incrementará el impuesto sobre el gasóleo, comúnmente conocido como «diésel barato». Esta medida, respaldada por el Gobierno con el apoyo de partidos como el PNV y Junts, busca cumplir con las directrices de la Unión Europea en relación al fondo de ayudas Next Generation y se estima que entrará en vigor en abril de 2025. Como consecuencia, el costo del diésel aumentará entre 9 y 11 céntimos por litro, lo que supondrá un aumento de entre cinco y seis euros al llenar un depósito de 60 litros. Esta iniciativa fiscal busca igualar los precios del diésel con los de la gasolina, lo que afectará principalmente a los consumidores particulares, aunque se mantendrá el gasóleo de transporte pesado exento de este incremento.
El impacto de esta subida no solo afectará a los conductores particulares, sino también a pequeños negocios y autónomos que dependen del diésel para sus operaciones diarias. Sectores como el de mensajería y servicios de transporte urbano enfrentarán un aumento de costos que podría afectar su rentabilidad. Aunque el Gobierno ha asegurado que el diésel destinado a usos profesionales, como el transporte y la agricultura, mantendrá ciertas exenciones fiscales, autónomos que operan con vehículos ligeros, como furgonetas, no tendrán acceso a estos beneficios. Este cambio en la carga impositiva del diésel llega en un contexto donde la transición hacia tecnologías más limpias, como vehículos eléctricos e híbridos, se espera que cobre mayor relevancia, incentivando un cambio hacia alternativas más sostenibles y alineadas con las normativas de reducción de emisiones de la Unión Europea.
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