Las moscas de la fruta han demostrado ser un aliado inesperado en la investigación sobre la adicción a sustancias como la cocaína, al compartir con los humanos un 75% de los genes relacionados con este fenómeno. Un estudio reciente publicado en el Journal of Neuroscience revela que estas moscas reaccionan a la cocaína de manera similar a los humanos, exhibiendo comportamientos de actividad elevada a dosis bajas y anulación a dosis altas. Sin embargo, a diferencia de las personas, las moscas no muestran atracción natural hacia la droga, eligiendo preferentemente soluciones dulces sobre las que contienen cocaína, mostrando así cómo sus receptores gustativos las guían de forma evolutiva para evitar toxicidades.
Este hallazgo abrirá nuevas vías en la comprensión y tratamiento de la adicción, facilitando la identificación de genes de riesgo y la comprensión de los mecanismos que subyacen a la elección de la cocaína. La capacidad de las moscas de la fruta para someterse a experimentos genéticos de manera eficiente, combinada con su rápida reproducción, las convierte en una herramienta valiosa para acelerar el desarrollo de terapias destinadas a la prevención y tratamiento del trastorno por consumo de esta sustancia. Los investigadores destacan que el estudio de la biología de la adicción a través de estos insectos puede revelar dianas terapéuticas novedosas, cruciales para abordar este problema de salud pública.
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