Gaza enfrenta nuevamente la interrupción casi total de las telecomunicaciones, dejando en aislamiento digital a más de 2 millones de residentes. Este corte de conexión, el tercero desde octubre de 2023, comenzó el 11 de junio de 2025 y, aunque los servicios se restablecieron parcialmente el 14 de junio, informes actuales confirman que el acceso ha sido nuevamente cortado en las regiones central y sur de la franja.
La situación es crítica, ya que los apagones afectan gravemente las comunicaciones telefónicas e inalámbricas, impidiendo a periodistas, equipos de emergencia y civiles comunicarse, documentar eventos o pedir ayuda. En un contexto de conflicto militar activo, la interrupción de las telecomunicaciones constituye una violación de derechos humanos fundamentales y compromete la supervivencia de los civiles, quienes pierden la capacidad de buscar refugio y denunciar abusos.
El deterioro de la infraestructura de telecomunicaciones en Gaza, debilitada por años de bloqueo y escasez de repuestos, se ha agravado por el bombardeo intensificado. Organizaciones palestinas de derechos digitales advierten sobre el riesgo de un colapso total de las telecomunicaciones en la región.
Estos cortes de conexión silencian a la población de Gaza en medio de una crisis humanitaria, obstaculizando la documentación de crímenes de guerra y ocultando la magnitud de la crisis, lo que dificulta la observación y respuesta global.
La Electronic Frontier Foundation (EFF) subraya que los gobiernos no deben interrumpir el acceso a internet ni a servicios de telecomunicaciones, especialmente en tiempos de conflicto. El apagón en Gaza es una emergencia de derechos humanos a nivel mundial.
En respuesta, la organización 7amleh lidera una campaña que insta a gobiernos, reguladores de telecomunicaciones y a la sociedad civil a exigir el fin de los apagones en Gaza y otros lugares. La conectividad debe considerarse una línea vital, no un lujo.