Patrick Crusius fue condenado a cadena perpetua por un juez estatal tras ser declarado culpable de asesinar a 23 personas en un Walmart de El Paso, Texas, en 2019, en lo que se considera la mayor masacre racista contra la comunidad mexicana en Estados Unidos. El acusado, quien ya había aceptado su responsabilidad, confesó que sus acciones estuvieron motivadas por su deseo de iniciar una guerra racial, atacando deliberadamente a la comunidad hispana. Durante la audiencia, Crusius mostró poca emoción, mientras el juez Sam Medrano afirmó que el ataque buscó sembrar terror y división, pero en cambio, fortaleció la unidad de la comunidad afectada.
En un juicio previo, Crusius recibió 90 cadenas perpetuas consecutivas por violar múltiples leyes, incluida la Ley de Prevención de Crímenes de Odio Matthew Shepard y James Byrd Jr. El asesino enfrentó más de 20 cargos adicionales, resultando en 22 cadenas perpetuas más. Sin embargo, evitó la pena de muerte gracias a un acuerdo judicial. Crusius atacó el establecimiento tras conducir durante la noche desde Dallas, respaldado por un manifiesto xenófobo publicado en línea. El incidente fue calificado de odio y violencia sin sentido por el entonces presidente Donald Trump, subrayando que no hay lugar para el odio en Estados Unidos.
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