La ciudad de Madrid sigue avanzando en su apuesta por la peatonalización y la creación de espacios urbanos más sostenibles y accesibles. En esta ocasión, las calles de Recoletos y del Cid han sido objeto de una remodelación integral que busca mejorar la calidad ambiental y la accesibilidad peatonal. La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, junto a la concejala de Salamanca, Cayetana Hernández de la Riva, ha visitado el resultado de unas obras que se han completado recientemente.
Con una inversión de 612.000 euros, el Ayuntamiento ha transformado más de 2.700 metros cuadrados en un entorno renovado y peatonal. Las intervenciones se han concentrado en el tramo de la calle de Recoletos, entre la calle de Villalar y el paseo de Recoletos, así como en el tramo de la calle del Cid, entre las calles de Gil de Santivañes y Recoletos. La obra ha contemplado la implantación de una plataforma única y la renovación del pavimento con adoquines de granito, conservando parte de la losa existente en las aceras para desdibujar los límites entre la calzada y las aceras.
El nuevo diseño prioriza el tráfico peatonal, permitiendo solo el tránsito de vehículos de emergencia, acceso a garajes y operaciones de carga y descarga. Entre las mejoras introducidas, se destacan la plantación de 11 nuevos árboles y la ampliación de los alcorques, ahora dotados con arbustos para combatir el efecto isla de calor y facilitar la infiltración de lluvia. Asimismo, se han instalado 31 bancos que invitan a los ciudadanos a disfrutar de este renovado espacio.
La peatonalización no es una novedad en la estrategia urbanística del consistorio madrileño, que desde 2019 ha trabajado en la remodelación de 14 espacios de la capital, incluyendo áreas emblemáticas como la Puerta del Sol, el entorno de la plaza Mayor de Villaverde, y la plaza de Olavide, entre otros. Actualmente, se están llevando a cabo trabajos similares en varias calles de la ciudad, como el itinerario entre la plaza del Hidrógeno y Madrid Río, y diversas calles del casco histórico de Hortaleza.
La mejora de estos espacios busca no solo ofrecer un entorno más amigable y accesible para los peatones, sino también contribuir al desarrollo de un modelo urbano más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, alineado con los desafíos y expectativas de futuras generaciones.