La delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, ha visitado el Museo de Historia de Madrid en un contexto de gran expectación cultural, ya que se encuentra en su fase final el proceso de restauración de la custodia procesional de la ciudad. Este emblemático objeto de orfebrería, que data del Renacimiento, fue creado entre 1568 y 1574, principalmente con plata, bajo la maestría de Francisco Álvarez. La restauración permitirá que la custodia participe nuevamente en la procesión del Corpus Christi del próximo año, un evento de importante simbolismo y tradición para los madrileños.
El descubrimiento de la necesidad de restauración surgió durante una revisión rutinaria en preparación para su uso en la procesión de 2024. Las inspecciones revelaron que varias piezas de la custodia presentaban problemas de estabilidad y requerían urgentemente consolidados trabajos de limpieza y conservación. Ante esta situación, el Área de Cultura, Turismo y Deporte dio luz verde a un proceso de restauración que ha durado varios meses, desde el pasado verano, con una inversión de 12.700 euros.
Los trabajos realizados son meticulosos y han abarcado desde la fijación de elementos sueltos hasta el reajuste de piezas, además de la limpieza completa y la eliminación de la sulfuración que afectaba a toda la superficie de este magnífico ejemplar de orfebrería. También se ha procedido a un barnizado de protección final para asegurar su preservación a lo largo de los años venideros.
La custodia procesional, a lo largo de su extensa historia, ha sido objeto de varias intervenciones de restauración. Destaca entre ellas la llevada a cabo por Francisco Moratilla, tras los desafortunados daños provocados por el robo en la Casa de la Villa en 1854. Fue esa intervención la que dejó el conjunto en su estado actual, y cuya estética y detalles se han respetado escrupulosamente en la última restauración.
Esta reciente intervención no solo contempla la restauración de la custodia como un acto de conservación del patrimonio, sino que además reafirma el compromiso del gobierno madrileño con la cultura y la importancia de preservar la historia de la ciudad para las generaciones futuras. La custodia procesional de Madrid, lista para lucir nuevamente en la procesión del Corpus Christi, simboliza la continuidad de una rica tradición que conecta el pasado con el presente de la capital.