Covite ha manifestado su descontento ante la decisión de conceder la semilibertad a Aitor Aguirrebarrena y otros dos individuos, afirmando que ninguno de ellos puede ser considerado un terrorista arrepentido. La asociación sostiene que esta medida constituye una «amnistía encubierta», lo que a su juicio, socava el proceso judicial y beneficia indebidamente a personas involucradas en actos terroristas. Covite recalca que estas decisiones pueden enviar un mensaje erróneo a la sociedad acerca de la impunidad frente a crímenes graves.
La polémica se centra en la interpretación de las normativas penales que facilitan la progresión de grado para ciertos reclusos. Según la asociación, las autoridades están tomando decisiones cuestionables que afectan la credibilidad del sistema de justicia y la lucha contra el terrorismo. Covite insiste en que el arrepentimiento genuino debe ser un requisito indispensable para la concesión de beneficios penitenciarios, y que las recientes decisiones podrían desmoralizar a las víctimas de actos terroristas y a sus familias.
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