En un giro inesperado durante la celebración del Día Internacional de las Mujeres en Linares, la representativa comedia «Lisístrata» de Aristófanes fue abruptamente retirada del escenario por orden de la concejala de Igualdad, Mari Carmen Muñoz. La obra, que desde hace siglos simboliza un fuerte mensaje feminista y antibelicista, fue suspendida apenas cinco minutos después de su inicio. La decisión ha sido calificada por la oposición municipal socialista como un acto de censura por parte del equipo de gobierno del Partido Popular, mientras que Muñoz defiende que la representación no era adecuada para el público presente, alegando el uso de «palabras soeces» y contenido de «alto contenido sexual» inadecuado para menores. La controversia subraya las tensiones sobre la libertad de expresión cultural y el manejo de eventos públicos en la localidad, especialmente al considerar que la misma versión artística ya había sido presentada sin incidentes previos en otro teatro de la ciudad.
La actuación, que pretendía rendir homenaje al poder de la mujer en el ámbito cultural, acabó siendo un nuevo foco de debate político, reflejando las actuales fricciones en Linares sobre la gestión cultural bajo la administración del PP. La reacción del público, sorprendida por la intempestiva suspensión, fue de perplejidad más que de protesta activa, lo que contrasta con las declaraciones enérgicas de la oposición. La secretaria de Juventudes Socialistas de Linares, Ana Latorre, y otros miembros del PSOE han solicitado la dimisión de Muñoz, denunciando lo que consideran un autoritarismo creciente. Este evento se suma a otras denuncias recientes por supuestos actos de censura cultural en la ciudad, avivando la discusión sobre el papel de la política en la gestión cultural local. La situación se presenta como un recordatorio de la constante pugna entre la libertad artística y las decisiones políticas que moldean el acceso a la cultura.
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