En un controvertido pleno municipal en Alcorcón, Miguel Ángel González García, concejal del PSOE, realizó acusaciones provocativas al señalar que algunos católicos frecuentan prostíbulos después de asistir a misa. Estos comentarios emergieron en respuesta a las críticas del portavoz de Vox, Pedro Moreno, quien acusó al gobierno local de «maltratar» a las familias que optan por la educación concertada. González García, además de abordar esta problemática, cargó contra los colegios católicos, tildándolos de «nido de adoctrinamiento», y habló sobre el ático de Isabel Díaz Ayuso en un intento de desviar la atención. Sus palabras generaron una reacción contundente del Partido Popular de Alcorcón, que condenó la vinculación de temas como la prostitución en el pleno municipal.
El trasfondo y la gravedad de esta acusación son intensificados por una serie de escándalos asociados a figuras del PSOE relacionados con prostitución y corrupción. Casos notorios como el de Juan Bernardo Fuentes Curbelo, involucrado en una red de drogas y prostitución, y el de Fernando Villén Rueda, acusado de gastar fondos públicos en locales de alterne, subrayan un patrón problemático. Además, el ex alto cargo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, y el ex alcalde de Valverde del Camino, Miguel Ángel Domínguez, figuran en esta lista de escándalos que han empañado la imagen del partido. Estos episodios revelan una sombra sobre el debate político en Alcorcón, alimentando un ciclo de acusaciones e incertidumbres en torno a la ética y la transparencia en la vida pública española.
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