En medio de una controversia que ha sacudido a la administración local, se ha informado que el concejal Ángel Cortés está en el centro de atención tras un altercado físico. Desde el Ayuntamiento han defendido la reputación del edil, describiéndolo como «súper campechano» y asegurando que «le quiere todo el mundo», en un intento por mitigar el impacto de las acusaciones. Sin embargo, estos esfuerzos por proteger la imagen del concejal chocan con testimonios que plantean una versión más preocupante de los hechos sucedidos.
Dos testigos presenciales de la reyerta han confirmado que Cortés participó activamente en la confrontación, acusándolo de haber propinado «puñetazos de manera insistente». Estas declaraciones, que difieren significativamente de la defensa del Ayuntamiento, plantean preguntas sobre la conducta del edil y el manejo del incidente por parte de las autoridades. En este contexto, la presión para que se lleve a cabo una investigación exhaustiva se intensifica, mientras la comunidad local observa con atención el desarrollo de este caso que pone en tela de juicio la integridad de sus representantes.
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