El Gobierno de Castilla-La Mancha ha iniciado acciones para mitigar el impacto del expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por Mahle, afectando a 550 trabajadores en su planta de Motilla del Palancar, Cuenca, y 190 en Paterna, Valencia. La consejera de Economía, Patricia Franco, junto con su par valenciana y el Ministerio de Industria, ha solicitado una reunión con la multinacional alemana, destacando la prioridad de proteger la industria y el empleo en España. La intención es retrasar la decisión de Mahle y trabajar en un plan de reindustrialización que preserve los empleos. Sin embargo, el ERE podría convertirse en uno de los mayores recortes en la industria de la región, un duro golpe a pesar de los buenos índices de empleo actuales.
Por su parte, la empresa justifica la medida en los retos del sector automotriz, como la desaceleración del mercado y la baja demanda de movilidad eléctrica. Mahle, que se estableció en España en los años 70, enfrenta una infrautilización de sus instalaciones y planea ejecutar los despidos en fases. La compañía asegura buscar soluciones socialmente justas para los afectados. Recién el año pasado, Mahle fue reconocida por aprovechar fondos europeos para el desarrollo del vehículo eléctrico, lo que añade controversia a la situación. Además, las autoridades locales ya habían presentado un plan de inversión para garantizar energía suficiente para la planta de Motilla. Ahora, el sindicato CC OO de Cuenca se prepara para tomar acciones que contrarresten el ERE y proteger los empleos en riesgo.
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