El último Día Mundial del Sida, celebrado el 1 de diciembre, ha puesto en relieve la imperiosa necesidad de adoptar un enfoque inclusivo basado en los derechos humanos, con el objetivo de asegurar que todas las personas, especialmente aquellas más vulnerables, tengan acceso pleno a los servicios necesarios para combatir el VIH. António Guterres, Secretario General de la ONU, lanzó un llamado a la comunidad mundial en su mensaje mediante el cual afirmó que erradicar el sida como amenaza para la salud pública para el año 2030 es posible, siempre que se eliminen las actuales barreras que dificultan el acceso a servicios vitales.
Datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud revelan que cada 25 segundos, una persona contrae el VIH; además, más de nueve millones de personas no cuentan con el tratamiento que podría salvar sus vidas. Este problema se ve agravado por leyes y políticas discriminatorias que mantienen vivo el estigma hacia las personas en situación de vulnerabilidad, especialmente mujeres, niñas y minorías, obstaculizando su acceso a prevención, pruebas y tratamientos.
A pesar de los persistentes desafíos, Guterres destacó que la solidaridad global y la defensa de los derechos humanos han permitido logros significativos en la lucha contra el VIH. El secretario general insistió en que el sida puede ser superado si se protegen adecuadamente los derechos de todas las personas, e instó a los líderes mundiales a tomar medidas al respecto.
Como parte de las actividades conmemorativas, la Organización Panamericana de la Salud lanzó la campaña «Mejor con PrEP», que busca ampliar el acceso a la Profilaxis Preexposición (PrEP) en América Latina y el Caribe. Esta iniciativa tiene el objetivo de reducir el estigma y promover la prevención del VIH entre las comunidades en riesgo.
Aunque las muertes por sida en América Latina han disminuido un 28% entre 2010 y 2023, las nuevas infecciones han aumentado un 9%, lo que evidencia la necesidad de estrategias de prevención más efectivas y accesibles. Jarbas Barbosa, director de la OPS, remarcó que el incremento en los casos, particularmente entre hombres que tienen sexo con hombres, mujeres trans y trabajadoras sexuales, indica que no se puede bajar la guardia en esta lucha.
La PrEP se muestra como una herramienta crucial en el control del VIH cuando se usa de manera constante y efectiva, aunque su adopción sigue siendo limitada. Hasta el momento, solo 24 de los 33 países de la región han integrado la PrEP dentro de sus políticas de salud pública, beneficiando a más de 160.000 personas. Sin embargo, se busca alcanzar la meta de 2,3 millones de beneficiarios.
Como parte de un esfuerzo por llegar a las poblaciones más expuestas, la OPS ha forjado una alianza con Grindr, una red social enfocada en la comunidad LGBTQI+. Esta colaboración busca difundir información sobre la PrEP y otras infecciones de transmisión sexual a millones de usuarios en América Latina y el Caribe.
La campaña incluye un enfoque visual inspirado en la cultura pop de los años 90, utilizando elementos como graffiti y cintas de casete para transmitir un mensaje de empoderamiento y solidaridad. Su intención es reducir el estigma alrededor de la PrEP y promover su uso conjunto con preservativos y pruebas regulares como las herramientas más eficaces para la protección contra el VIH.