Bajo el lema de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas», se llevó a cabo una conmovedora actividad en el Hospital Universitario de La Princesa. En esta jornada, facultativas, enfermeras y trabajadoras sociales, que integran la Comisión Hospitalaria contra la Violencia de Género del centro, recolectaron mensajes de apoyo escritos por profesionales y pacientes en papeles morados. Estos mensajes, cargados de aliento y solidaridad, fueron colocados en un mural que simbolizaba un espacio de esperanza para las mujeres víctimas de esta insidiosa lacra social. Además, se ofreció información relevante a quienes mostraron interés, creando así un ambiente de concienciación y compromiso. El director gerente del centro, José Julián Díaz Melguizo, estuvo presente para respaldar la iniciativa.
En el año 2023, los profesionales de este hospital lograron identificar 70 nuevos casos de violencia de género, destacando un preocupante incremento de incidentes relacionados con la violencia en el contexto de prácticas de Chemsex y de Sumisión Química. Este aumento pone de manifiesto la importancia crucial de la formación especializada para los sanitarios, sobre todo en áreas críticas como Urgencias. La capacidad de un profesional entrenado para formular las preguntas adecuadas y observar minuciosamente las reacciones de las posibles víctimas es fundamental. Muchas veces, las mujeres no se atreven a verbalizar el abuso que sufren, y aquí es donde la habilidad y sensibilidad del personal sanitario juegan un papel decisivo.
El compromiso de los hospitales públicos con la erradicación de la violencia de género no es nuevo. Todas las instituciones de salud en la Comunidad de Madrid cuentan con Comisiones contra la Violencia, similares a la del Hospital Universitario de La Princesa. Estas comisiones, compuestas por equipos de profesionales estructurados y multidisciplinares, se han consolidado como herramientas fundamentales en la batalla contra la violencia de género desde el ámbito sanitario. En ellas, se coordina apoyo y se brindan recursos para estar al lado de las víctimas, ofreciendo un espacio donde se busca restaurar la dignidad y procurar protección a las afectadas.
Es evidente que el compromiso de los hospitales y sus profesionales es inquebrantable en la lucha por terminar con esta pandemia silenciosa. Mientras el mural del hospital se llena de mensajes de esperanza, se solidifica también un claro mensaje: la salud no solo vela por el bienestar físico, sino también por el respeto y la dignidad de todas las mujeres. La unión y la formación son herramientas poderosas que, poco a poco, permiten vislumbrar un futuro donde la violencia de género sea un flagelo del pasado.