En un clima de alta expectación, el presidente Pedro Sánchez comparece hoy ante la comisión del Senado que investiga el denominado «caso Koldo», una supuesta trama de corrupción relacionada con el exministro José Luis Ábalos y su antiguo asesor Koldo García. Este caso ha llevado a prisión al ex número dos del PSOE, Santos Cerdán. El Partido Popular ha señalado a Sánchez como el presunto líder de esta red, lo que añade una carga política significativa a su comparecencia. La sesión, que se extenderá por cinco horas, es vista como una prueba crucial tanto para el mandatario como para el Partido Popular, que ha intensificado sus acusaciones en los últimos meses.
Sánchez se presenta preparado para defender tanto a su entorno político como a su familia, quienes también se han visto implicados en las acusaciones, y busca desmantelar lo que considera son bulos impulsados por la oposición. La comparecencia no solo es un intento de clarificar su posición, sino también una oportunidad para el PSOE de mitigar el impacto de las acusaciones y reforzar la confianza pública. Por otro lado, para el Partido Popular, esta audiencia representa un momento clave para sustentar sus denuncias y ganar terreno político en medio de un contexto de creciente tensión.
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