La psicóloga madrileña Beatriz Yusta, tras haber vivido de cerca varios casos de cáncer dentro de su familia, decidió enfocar su carrera en el tratamiento de las secuelas emocionales que esta enfermedad deja en pacientes y sus allegados. Consciente de que el dolor emocional no aparece en las resonancias magnéticas, pero impacta profundamente en la vida de las personas, Yusta se especializó para ofrecer apoyo psicológico enfocado en estas cicatrices invisibles. Su experiencia personal con la enfermedad le proporcionó una perspectiva única y una empatía especial que han sido fundamentales en su práctica profesional.
Actualmente, Yusta colabora con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), donde aplica sus conocimientos para asistir a quienes enfrentan el cáncer, ya sean pacientes o familiares. Su trabajo es esencial para ayudarles a gestionar el estrés, el miedo y la incertidumbre que a menudo acompaña al diagnóstico, así como el duelo en caso de pérdida. A través de terapias personalizadas, ella busca ofrecer un espacio seguro para que sus pacientes expresen sus emociones, ayudándoles a encontrar resiliencia y esperanza a lo largo de su difícil trayectoria.
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