Las vacaciones han terminado y, con la llegada de septiembre, muchos se preparan para enfrentar la recta final del año. Una fantástica oportunidad para recuperar el ánimo es el Sorteo Extraordinario del Día de la Hispanidad, que ofrece la impresionante cifra de 15 millones de euros en premios. Con un monto así, las posibilidades parecen infinitas: desde viajes de lujo hasta la compra de esa casa soñada en la playa. Sin embargo, la alegría de haber ganado un premio grande puede verse empañada por la inevitable realidad de los impuestos, que siempre están al acecho.
La normativa vigente establece que todos los premios por encima de 40.000 euros están sujetos a tributación y, en este caso, la Agencia Tributaria se llevará una parte considerable. Para los afortunados ganadores del torneo, el gravamen asciende al 20% del monto que supere esa cifra libre de impuestos. Así, de los 15 millones, 3 millones corresponderán a Hacienda, mientras que los ganadores del primer premio también deberán restar un 20% correspondiente. Esto revela que, aunque la fortuna sonríe, los premios de lotería también conllevan obligaciones fiscales que no se pueden pasar por alto.
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