Un día antes de su reunión programada con el ministro Bolaños en Madrid, se estableció el rumbo para la esperada reforma del Consejo. Esta iniciativa ha sido señalada como crucial en el marco político actual, destacándose la necesidad de cambios estructurales que respondan a las demandas sociales y políticas del momento. El ambiente previo a la reunión refleja expectativas altas, con múltiples sectores observando de cerca las decisiones que definirán el futuro institucional del organismo.
Desde el entorno gubernamental, se ha expresado un interés significativo en los próximos pasos del proceso de reforma, anticipando que las medidas propuestas permitirán una modernización efectiva del Consejo. Este ímpetu por el cambio busca no solo abordar las necesidades actuales, sino también sentar las bases para un funcionamiento más transparente y eficiente, en sintonía con los principios democráticos que rigen la administración pública en el país.
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