El acusado, quien había solicitado representarse a sí mismo desde el pasado julio, inició su defensa con una declaración inaugural en el tribunal. Sin embargo, la sesión se vio interrumpida cuando la jueza a cargo decidió cortar su discurso. Según la magistrada, las palabras del acusado constituían «una burla de la dignidad de la corte», lo que provocó un inmediato revuelo en la sala. La interrupción de su intervención se produjo entre objeciones de los asistentes, quienes también mostraron su desacuerdo con el manejo de la situación por parte del tribunal.
El incidente destaca las tensiones presentes en el juicio, especialmente considerando el deseo del acusado de autodefenderse. Este tipo de situaciones no son inéditas, pero recalcan el delicado equilibrio que debe mantenerse entre los derechos del acusado y el respeto al proceso judicial. La jueza, sin embargo, sostuvo su decisión, enfatizando la importancia de preservar la integridad y solemnidad del procedimiento legal, mientras que los observadores continúan esperando los próximos pasos del juicio en desarrollo.
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