Después de 471 días de cautiverio, Emily Damari, Doron Steinbrecher y Romi Gonen han sido liberadas por Hamás en la Franja de Gaza, como parte del primer canje de prisioneros derivado del reciente acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás. Este domingo, pese a un inicio retrasado por horas, las tres rehenes regresaron a casa, poniendo fin a un periodo de 15 meses de conflicto que ha dejado casi 47,000 muertes. Secuestradas en diferentes eventos violentos, las mujeres fueron entregadas al Comité Internacional de la Cruz Roja en un proceso caótico en la Ciudad de Gaza, donde cientos de personas rodearon los vehículos de Hamás. Posteriormente, fueron escoltadas por el ejército israelí hacia un lugar seguro, donde se reunieron con sus madres antes de ser trasladadas a un hospital en Tel Aviv para recibir tratamiento médico.
La liberación de las rehenes ha generado una mezcla de alegría y tensión política en Israel. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, expresó su compromiso de traer de vuelta a todos los rehenes que aún permanecen en Gaza, mientras las familias se muestran aliviadas pero conscientes que la pesadilla continúa para muchos. El alto el fuego, sin embargo, ha provocado una crisis dentro del gobierno de coalición de Netanyahu, que ha visto la salida del ministro de Seguridad Nacional y sus diputados debido a desacuerdos con la tregua. Pese a ello, la emoción por el regreso de las rehenes ha eclipsado momentáneamente estas disputas, con promesas de liberar a más secuestrados y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. En las próximas semanas, el acuerdo incluye la liberación escalonada de 33 rehenes más, en paralelo a la liberación de 1,900 prisioneros palestinos, en un proceso supervisado de cerca por actores internacionales, incluido el presidente estadounidense Joe Biden.
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