La Universidad de Columbia en Nueva York ha adoptado una nueva definición de antisemitismo, alineada con la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA), en un esfuerzo por recuperar 400 millones de dólares en fondos federales que fueron retirados por la administración republicana en marzo. La medida llega después de meses de tensiones por la presencia de manifestaciones en el campus relacionadas con la guerra de Gaza y bajo la presión del gobierno de Trump, que ha sido crítico con las universidades percibidas como excesivamente liberales. Como parte de sus nuevas políticas, la universidad ha declarado que no entablará diálogos con el grupo Columbia University Apartheid Divest (CUAD) ni con sus aliados, a quienes culpa de fomentar disturbios que interfieren con su misión académica.
Parte del conflicto incluye el arresto de Mahmud Khalil, un estudiante palestino involucrado en las protestas, cuyo caso sigue en curso con una posible solicitud de deportación. Durante la primavera de 2024, las tensiones escalaron cuando el campus fue ocupado por manifestantes, lo que llevó a la intervención policial para restaurar el orden. Claire Shipman, rectora en funciones, enfatizó que el nuevo enfoque no representa una capitulación total ante el gobierno federal, sino un punto de partida para el cambio. Sin embargo, este movimiento ha suscitado críticas de quienes temen que la aplicación de la definición de antisemitismo pueda limitar la libertad de expresión en torno a las críticas a Israel.
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