El presidente de Colombia y el presidente de México han anunciado que asistirán personalmente a la ceremonia de toma de posesión que se celebrará el 10 de enero del próximo año. Este gesto subraya la importancia de los lazos diplomáticos y económicos que ambos países mantienen con la nación cuya presidencia será asumida en dicha fecha. La decisión de viajar personalmente responde a una estrategia de fortalecer las relaciones bilaterales y afianzar compromisos conjuntos en temas de interés mutuo, como la cooperación regional y el intercambio comercial.
No obstante, ambos mandatarios han decidido enviar también a representantes de sus respectivos gobiernos para participar en los eventos iniciales y las reuniones oficiales previas al día de la toma de posesión. Esta decisión busca asegurar una presencia continua e influyente en las actividades diplomáticas que rodean la ceremonia, así como permitir que los altos funcionarios de sus gobiernos establezcan diálogos constructivos con sus homólogos. Este enfoque dual refleja un interés proactivo y calibrado de las administraciones colombiana y mexicana en el desarrollo de una agenda regional sólida y fructífera.
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