El ritmo de la inflación en Colombia ha generado preocupación al subir del 5,10% en agosto al 5,18% en septiembre, alejándose así de la meta del 3% establecida por el Banco de la República. Estos nuevos datos, presentados por el DANE, revelan que 2025 ha sido un año desafiante para contener el Índice de Precios al Consumidor (IPC), con fluctuaciones persistentes entre el 4% y el 5% durante todo el año. Esta situación ha sido influenciada principalmente por el aumento en los precios de los alojamientos y arriendos, que contribuyeron con un 1,51% al incremento total. Otros sectores importantes, como la alimentación y la educación, también han jugado un papel relevante en el aumento inflacionario.
Por otro lado, los analistas financieros mantienen una cautela moderada respecto a la situación, esperando que 2026 pueda traer una normalización en la inflación. A pesar del encarecimiento, el consumo de productos como electrodomésticos y automóviles ha mostrado mejoras, sugiriendo una resiliencia económica. Esto se refleja en el comportamiento de los consumidores, quienes han mantenido su capacidad de compra gracias a un ahorro sostenido en productos financieros. Sin embargo, el Banco de la República enfrenta el desafío de decidir la intervención adecuada sobre las tasas de interés para estabilizar el crecimiento de precios, mientras navega entre la necesidad de fomentar el dinamismo económico y controlar la inflación.
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