La economía colombiana registró un crecimiento del 2,1% en el segundo trimestre de 2025, ligeramente inferior al 2,7% del primer trimestre, según datos presentados por el DANE. A pesar de la ralentización, el crecimiento semestral del 2,4% es considerado aceptable y refleja una recuperación que avanza con cautela. La directora del DANE, Piedad Urdinola, señaló que variaciones en el calendario, como la ocurrencia de la Semana Santa, influyeron en el ritmo económico. Aun así, el consumo privado sigue siendo un pilar sólido a pesar de las altas tasas de interés. Camilo Pérez, del Banco de Bogotá, destacó el dinamismo del comercio y los servicios, aunque señaló la falta de empuje necesario para un crecimiento sostenido.
Por otro lado, la inversión permanece estancada, lo que preocupa a analistas por su impacto en la producción futura. Jackeline Piraján, de ScotiaBank Colpatria, subrayó que la inversión representa menos del 17% del PIB, un nivel bajo en comparación con épocas prepandemia. La construcción de edificios residenciales, por ejemplo, cayó un 9,7% durante el trimestre, afectando el impulso económico. Además, sectores como la agricultura y la minería muestran signos de debilitamiento, limitando el entusiasmo sobre la economía. Andrés Langebaeck, del Grupo Bolívar, expresó su preocupación por el comportamiento de oferta más que de demanda, lo que podría afectar la capacidad local de satisfacer el creciente consumo.
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