El alcalde socialista de Barcelona, Jaume Collboni, y la líder de Esquerra en el Ayuntamiento, Elisenda Alamany, han oficializado la ruptura de su pacto de cogobernanza. La decisión se escenificó durante una reunión en la que se anunció que se mantendrá un proceso participativo, con el propósito de definir la futura dirección política de Esquerra ante las próximas elecciones municipales. Sin embargo, se ha acordado crear un órgano de coordinación para asegurar el cumplimiento de los acuerdos previamente establecidos, como la creación de una oficina para proteger el catalán, invertir la tasa turística en barrios con alta presión y rehabilitar la vivienda en la zona del Besós.
Este cambio de rumbo se consolidó tras la victoria de la candidatura liderada por Creu Camacho para dirigir la Federación barcelonesa de Esquerra, que había criticado la falta de democracia interna en la gestión del anterior acuerdo. A pesar de que el alcalde Collboni descartó recientemente la entrada de Esquerra en el Ejecutivo municipal, se planea reorganizar el enfoque estratégico del partido. Un proceso interno de consultas en los casales de la ciudad permitirá recoger propuestas para establecer la hoja de ruta futura, lo que incluye definir el tipo de oposición y el posible apoyo a los próximos presupuestos del Ayuntamiento. Esta reorganización interna se producirá tras la estrecha victoria de Camacho sobre Eva Baró en la elección de la nueva cúpula de la federación.
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