Unos 1.000 cofrades de tres hermandades se congregaron para participar en una solemne procesión que recorrió casi cuatro kilómetros, atrayendo a miles de espectadores. Durante el recorrido, los participantes llevaron sus estandartes y emblemas, creando un ambiente de devoción y tradición que emocionó a los presentes. La procesión avanzó por las principales calles de la ciudad, acompañada por bandas de música y oraciones, en un evento que unió a la comunidad local y revivió costumbres arraigadas.
Los asistentes, tanto locales como turistas, destacaron la belleza y el significado cultural de la procesión, que es una de las más esperadas del año. El evento fue cuidadosamente organizado para garantizar la seguridad de participantes y espectadores, contando con el apoyo de las autoridades locales. Esta manifestación de fe y cultura reafirma la importancia de las tradiciones en la vida comunitaria, mientras fomenta el turismo y la cohesión social en la región.
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