Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 están en un punto álgido con Donald Trump y Kamala Harris empatados en las encuestas nacionales, lo que ha generado una contienda electoral altamente competitiva. En términos de porcentaje, Trump supera ligeramente a Harris con un 48.4% frente a un 48.1%, una diferencia que se encuentra dentro del margen de error. Sin embargo, el foco se encuentra en los estados clave del Colegio Electoral, como Pensilvania y Georgia, donde los márgenes son ínfimos y las campañas se han intensificado en busca de asegurar los votos necesarios para alcanzar los 270 votos electorales requeridos para la presidencia. Con Trump manteniendo una ligera ventaja en estados como Arizona y Carolina del Norte, y Harris liderando en Wisconsin y Michigan, la incertidumbre predomina en un sistema donde el respaldo en los estados bisagra podría definir al próximo presidente.
Las elecciones han estado marcadas por la alta participación y eventos inusuales, como el apoyo público de Ricky Martin a Harris, y la presencia de Elon Musk acompañando a Trump en la noche electoral. Problemas técnicos en máquinas de votación en Iowa y fallos de software en Pensilvania sugieren que los resultados podrían demorarse, especialmente con retrasos en el conteo de votos por correo. En este entorno tenso, las autoridades han instado a la calma y a no dar crédito a teorías conspirativas que puedan desestabilizar el proceso. Mientras se espera que algunos resultados preliminares se conozcan durante la madrugada, el conteo completo podría tardar días, manteniendo a la nación y al mundo atentos al desenlace de esta reñida competición electoral.
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