Cloudflare ha hecho uno de los anuncios más esperados durante su Developer Week 2025, al revelar la inclusión de contenedores en Cloudflare Workers. Programada para su lanzamiento en beta abierta a finales de junio, esta nueva funcionalidad permitirá a los desarrolladores ejecutar aplicaciones en contenedores sobre su red global, eliminando la complejidad habitual de plataformas como Kubernetes.
La propuesta de Cloudflare Containers está cimentada sobre tres pilares fundamentales: simplicidad, escalabilidad y un despliegue global efectivo. Al integrarse de manera nativa con Workers y Durable Objects, los contenedores proporcionarán la capacidad de ejecutar cargas de trabajo intensivas, ofrecerán portabilidad entre plataformas y permitirán un control detallado del ciclo de vida de las aplicaciones, todo sin necesidad de gestionar infraestructuras complejas.
Los contenedores en Workers se presentan como una solución ideal para las crecientes demandas del desarrollo moderno. Ofrecen la posibilidad de ejecutar código generado por modelos de lenguaje, emplear herramientas de interfaz de línea de comandos que requieren un entorno Linux completo, gestionar grandes volúmenes de memoria y CPU y facilitar la migración de aplicaciones desde servicios como AWS, GCP o Azure, sin la necesidad de reescrituras complejas.
Entre los casos de uso más destacados se encuentra la ejecución de código por IA en contenedores aislados por sesión de usuario, lo que garantiza la seguridad y la persistencia del estado. Asimismo, han exhibido ejemplos de aplicaciones sin estado, como la conversión de vídeos a GIFs mediante FFmpeg, aprovechando el autoescalado y el despliegue global de su red.
Un componente clave de esta oferta es la integración con Durable Objects, que actúan como «sidecars programables» para los contenedores. Este enfoque permite patrones avanzados de control, como iniciar o detener contenedores manualmente, ejecutar scripts internamente y monitorizar su estado en tiempo real para responder a fallos o eventos.
La seguridad y el rendimiento son aspectos primordiales del diseño, garantizando que los contenedores estén siempre aislados y se accedan únicamente a través de Workers, con cifrado de extremo a extremo. Incluso cuando un contenedor realiza llamadas externas, estas pueden canalizarse de forma segura a través de Workers, evitando su exposición directa a Internet. Además, el soporte para conexiones WebSocket y tráfico encriptado sin requerir certificados TLS se gestiona íntegramente a través de la red de Cloudflare.
En cuanto al modelo de costes, Cloudflare ofrece una estructura transparente y eficiente, donde solo se paga por el tiempo activo del contenedor, con facturación en intervalos de 10 milisegundos. Las tarifas fijadas son de 0,000020 dólares por segundo de vCPU, 0,0000025 por GB-segundo de memoria y 0,00000007 por GB-segundo de disco, incluyendo además 1 TB mensual de transferencia gratuita. Un análisis comparativo con Google Cloud Run demostró que, para una aplicación que maneja 50 millones de peticiones al mes, el costo mensual en Cloudflare sería de 28,33 dólares, frente a los 35,19 dólares de la plataforma de Google.
Con este movimiento, Cloudflare refuerza su estrategia de ofrecer una plataforma unificada donde los contenedores no sean un producto aislado, sino una extensión natural del ecosistema Workers. Esta integración de funciones sin servidor, orquestación, almacenamiento y red permite a los desarrolladores seleccionar el tipo de cómputo más adecuado para cada tarea con mínima fricción.
El lanzamiento de junio de 2025 marca un paso significativo en la evolución de Cloudflare como plataforma para construir aplicaciones de nueva generación, especialmente aquellas que combinan inteligencia artificial, lógica empresarial distribuida y requisitos de baja latencia a escala global. La inscripción para la beta abierta de Containers en Cloudflare Workers estará disponible en las próximas semanas, prometiendo simplificar la creación de aplicaciones complejas, eficientes y seguras desde cualquier rincón del mundo.