Alice Weidel, candidata a la cancillería alemana por Alternativa por Alemania (AfD), se ha posicionado en el centro de la atención mediática tras recibir el apoyo del multimillonario Elon Musk, propietario de X. Weidel, conocida por su retórica nacionalista y perfil inusual dentro de su partido, comparte con Musk una afinidad destacada por la política ultraconservadora y una perspectiva crítica sobre la situación actual de Alemania. Musk, quien ha expresado en el diario Welt am Sonntag que AfD es "el último destello de esperanza" para el país, mantiene una relación cercana con el influyente grupo mediático alemán Springer, lo que ha propiciado una amplia difusión de sus opiniones políticas. Esta asociación, sin embargo, ha suscitado críticas a nivel europeo sobre la posibilidad de injerencias extranjeras en procesos electorales democráticos, una preocupación que no es nueva en el continente.
En el ámbito político interno, la intervención de Musk ha generado indignación entre los líderes de los principales partidos alemanes, incluidos el canciller Olaf Scholz y el conservador Friedrich Merz, quienes han denunciado la intromisión del magnate en la política nacional. Las acciones de Musk también han desencadenado una discusión sobre cómo contrarrestar la influencia de grandes corporaciones tecnológicas en las democracias occidentales. En este contexto, expertos sugieren medidas que van desde el boicot a empresas de Musk hasta el uso de la Digital Services Act de la Unión Europea para investigar posibles injerencias. Por su parte, el grupo mediático Springer, encabezado por Mathias Döpfner, ha enfrentado críticas internas tras respaldar la publicación de las declaraciones de Musk, llevándose así a un nivel más alto el debate sobre el papel de la prensa en la política.
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