La llegada del otoño suele traer consigo la preocupación por los kilos de más que se ganan durante el verano, especialmente en la zona abdominal. Aunque retomar las «buenas costumbres» alimenticias y de actividad física es crucial, estos hábitos solos no garantizan la pérdida de peso acumulado durante los meses estivales. Los expertos sugieren que es necesario un enfoque integral que incluya una combinación de dieta equilibrada, ejercicio constante y, si es necesario, la consulta con profesionales de la salud para obtener pautas personalizadas.
El exceso de peso en el abdomen no solo resulta incómodo, sino que también puede tener implicaciones para la salud a largo plazo, como el riesgo incrementado de enfermedades cardíacas y metabólicas. Por lo tanto, se recomienda realizar cambios sostenibles en el estilo de vida en lugar de recurrir a dietas rápidas o soluciones temporales. Adoptar hábitos saludables en la alimentación y mantener una rutina de ejercicio regular no solo ayuda a reducir el peso, sino que también mejora el bienestar general.
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