El centro de formación fotográfica Too Many Flash se encuentra actualmente en concurso de acreedores, lo que refleja una situación financiera crítica que ha repercutido considerablemente en sus operaciones cotidianas. La institución ha acumulado una deuda de 500.000 euros y, según fuentes cercanas, ha estado atrasada en los pagos a sus docentes, lo que ha generado descontento entre el personal académico. Este centro, conocido por ofrecer programas de formación en fotografía, video y diversas disciplinas artísticas visuales, se enfrenta así a una crisis significativa que pone en peligro su continuidad operativa.
Para abordar esta deuda abrumadora, los responsables del centro no descartan la opción de vender su material e infraestructura, que incluyen cámaras, software especializado y equipamiento de estudio. Esta medida, aunque drástica, podría ser una de las pocas opciones viables para estabilizar su situación fiscal. Mientras tanto, la comunidad educativa y los estudiantes del centro observan con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, conscientes de que los recursos y la estabilidad de su programa de estudios dependen en gran medida de la resolución efectiva de esta crisis económica.
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