A partir del 1 de enero de 2025, España implementará nuevos cambios en el sistema de jubilación, siguiendo las indicaciones de la Ley 27/2011. El incremento de los requisitos para acceder a la jubilación ordinaria busca ajustar el sistema de pensiones de acuerdo con las necesidades estructurales de la seguridad social. Para cobrar el 100% de la pensión, será necesario contar con 38 años y 3 meses cotizados, mientras que quienes no alcancen este mínimo deberán esperar hasta los 66 años y 8 meses para jubilarse. En 2027, el umbral de cotización para retirarse a los 65 años aumentará a 38 años y 6 meses, consolidando un proceso de aumento gradual que se ha mantenido constante desde 2023. Este ajuste responde a la presión demográfica que se avecina con la jubilación de la generación del baby boom, y su sostenibilidad aún está por evaluarse frente a la baja natalidad.
Los cambios también afectarán a la jubilación anticipada, que verá modificados sus requisitos y penalizaciones. A partir de enero, quienes deseen adelantar su retiro hasta 24 meses deberán cumplir condiciones más estrictas, alineadas con la cotización previa: un mínimo de 35 años cotizados, con dos años dentro de los 15 inmediatamente anteriores al retiro. Las penalizaciones también serán significativas, variando desde un 2,81% para quienes adelanten un mes con más de 44 años cotizados, hasta un 21% para aquellos con menos de 38 años y 6 meses cotizados que opten por retirarse 24 meses antes. Los nuevos límites también alcanzarán a la jubilación anticipada involuntaria, donde podrían acogerse aquellos despedidos por razones ajenas a su voluntad, ajustando la edad mínima a 61 años si han cotizado los 38 años y 3 meses requeridos, o a 63 años y 8 meses en caso contrario.
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