La fiscal general de Ciudad de México, Bertha Alcalde Luján, ha desmentido este martes las acusaciones de que las pruebas del asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores cercanos a la alcaldesa Clara Brugada, hayan sido manipuladas. Esto surge en respuesta a un comunicado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que indicaba la apertura de una investigación interna por supuestas irregularidades en la manipulación de pruebas por parte de los agentes encargados del caso. Como medida de precaución, dos mandos policiales han sido suspendidos. Alcalde Luján ha subrayado que las evidencias se entregaron adecuadamente y se encuentran seguras bajo custodia.
A pesar de las declaraciones de la fiscal, la SSC ha iniciado su propia indagatoria debido a retrasos en la entrega de ciertos indicios. El asesinato, ocurrido en un punto de la calzada de Tlalpan, fue perpetrado con una precisión milimétrica ausente de huellas dactilares gracias al uso de guantes. Las únicas pistas disponibles son videos de seguridad, un coche azul, y una moto abandonada. Mientras la investigación interna se centra en posibles fallos en la cadena de custodia, el caso sigue envuelto en misterio sin pistas claras sobre los autores materiales o intelectuales, mientras que las autoridades han solicitado paciencia y discreción para avanzar en la compleja investigación.
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