El texto aborda la percepción de algunas corrientes respecto a la transformación cultural y demográfica en Europa, empezando por el nacimiento de Jesús como un componente central en la formación de los valores occidentales. Se señala una posible amenaza hacia estos valores por la introducción de nuevos preceptos éticos y morales. Asimismo, se hace una referencia crítica a la decisión de la ex canciller alemana Angela Merkel en 2015, de acoger a un millón de refugiados, indicando que esta medida tuvo un impacto negativo en Europa al atraer una supuesta amenaza cultural y física al continente. Se describe cómo esta crisis se ha gestionado, alegando que gobiernos europeos han sucumbido a intereses externos.
Además, se menciona un supuesto fracaso de las políticas de integración de refugiados que culminan en incidentes violentos, como el atentado de Magdeburgo, atribuyendo estos eventos a la permisividad de Europa hacia grupos que, según el texto, buscan destruir los cimientos morales y culturales del continente. La narrativa se extiende a criticar la influencia percibida de élites globales y partidos de izquierda en la situación, posicionándose en contra de una Europa liderada bajo estas influencias. También se hace una crítica al giro geopolítico de España hacia Europa durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, sugiriendo que el enfoque debería haberse mantenido en el eje con Estados Unidos e Hispanoamérica, tal como defendía el ex presidente José María Aznar.
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