En una emotiva ceremonia celebrada el 30 de octubre de 2024, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante, junto con la concejala del distrito de Ciudad Lineal, Nadia Álvarez, rindieron homenaje a las víctimas de un trágico atentado perpetrado por la organización terrorista ETA hace 24 años. En el acto, se descubrió una placa conmemorativa situada en la avenida de Badajoz, esquina con la calle de Torrelaguna, en memoria de José Francisco de Querol y Lombardero, Jesús Escudero García, Armando Medina Sánchez y Jesús Sánchez Martínez.
Acompañados por familiares y miembros de las asociaciones de víctimas del terrorismo, Carabante y Álvarez expresaron la solidaridad tanto de la Junta de Ciudad Lineal como del Ayuntamiento de Madrid hacia todas las personas afectadas por actos terroristas. La ceremonia subrayó el compromiso duradero de la ciudad para honrar la memoria de quienes perdieron la vida de manera tan injusta.
La jornada del 30 de octubre de 2000 sigue siendo una herida abierta para muchos. Aquel día, la explosión de un coche bomba en el número 60 de la avenida de Badajoz dejó a España conmocionada. La detonación, accionada al paso de un vehículo oficial, arrebató las vidas del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco de Querol y Lombardero, su chófer Armando Medina Sánchez, y su escolta Jesús Escudero García. En el siniestro también sucumbió Jesús Sánchez Martínez, un conductor de autobús que falleció días después debido a las heridas recibidas. Además, el atentado causó heridas a 64 personas y provocó daños en 35 edificios.
Esta conmemoración es parte del Plan ‘Itinerario de la libertad’, una iniciativa implementada en 2014 tras un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Madrid para recordar a las víctimas del terrorismo. Este plan busca mantener viva la memoria de quienes fueron asesinados, colocando placas en los lugares donde ocurrieron estos trágicos sucesos.
El descubrimiento de la placa no solo busca honrar a las víctimas directas, sino también arrojar luz sobre el dolor duradero que actos como este infligen a las comunidades. Este acto conmemorativo reafirma el compromiso de Madrid de mantener viva la memoria de las víctimas y de seguir trabajando por una sociedad en paz, libre de terrorismo y violencia.