La cosmopolita ciudad de Madrid celebra con orgullo su presencia destacada en el reciente ranking de los 50 cines más bonitos del mundo, publicado esta semana por la prestigiosa revista internacional Time Out. Tres de sus espacios cinematográficos se han posicionado entre lo mejor del globo, cada uno con su particular encanto y oferta cultural.
En el cuarto puesto se alza la Cineteca Madrid, descrita por Time Out como “un lugar hermoso e inusual”. Este espacio se caracteriza por su apuesta innovadora, que pone en el centro de su programación a las películas independientes y a los cineastas y artistas visuales locales. La revista también resalta la experiencia que ofrece, invitando a los visitantes a disfrutar de una obra de los hermanos Coen y luego relajarse con un vermú y un aperitivo en su acogedor patio al aire libre. Un verdadero refugio para los amantes del cine alternativo y de autor.
La Filmoteca Española–Cine Doré, ocupando el noveno puesto del ranking, embelesa por su arquitectura histórica y los nostálgicos asientos de terciopelo, que prometen transportar a los aficionados al séptimo arte a través de un viaje cinéfilo que va desde Alfred Hitchcock hasta Jim Jarmusch. Este enclave se ha convertido en un santuario para aquellos que buscan escapar de las propuestas más comerciales y sumergirse en el vasto universo del cine clásico y de culto.
Completando la representación madrileña en esta afamada lista, la Sala Equis se sitúa en el puesto 21. Conocida por su encantador patio interior y una programación que ofrece tanto clásicos atemporales como las últimas novedades del panorama cinematográfico, este espacio invita a sus visitantes a disfrutar de proyecciones en un ambiente joven y desenfadado.
Time Out ha colocado el listón muy alto con su top diez, donde figuran reconocidos cines como Le Grand Rex de París, el Pathé Tuschinski de Ámsterdam y Village East Cinema de Nueva York, entre otros. Aun así, los tres espacios madrileños han conseguido robarse las miradas y confirmarse como destinos imprescindibles para los amantes del cine y la cultura en general.
Así, al compás de Madrid, la industria cinematográfica y sus templos continúan redefiniendo la experiencia del cine, haciendo de cada visita un viaje sensorial y cultural que va más allá de la pantalla.