La celebración por la victoria del Paris Saint-Germain en la final de la UEFA Champions League se tornó caótica en las calles de París, donde se registraron disturbios y enfrentamientos entre aficionados y la policía. A pesar de que el equipo dirigido por Luis Enrique logró su primer título europeo, una multitud masiva se congregó en la Avenida de los Campos Elíseos, lo que llevó a la Prefectura de Policía a desplegar 4,500 agentes para garantizar el orden. Ya antes del segundo tiempo del partido, se reportaron incidentes provocados por grupos encapuchados que buscaban confrontaciones con las fuerzas del orden, desencadenando el uso de un camión con cañón de agua en el Arco del Triunfo.
Los disturbios no se limitaron a los Campos Elíseos, ya que también se registraron problemas en las inmediaciones del Parque de los Príncipes, donde aficionados agredieron a autobuses y un vehículo fue incendiado. A lo largo de la noche, se llevaron a cabo detenciones por diversos actos vandálicos, incluyendo el intento de cortar la circulación en el Periférico. Ante el aumento de la violencia, las autoridades activaron un dispositivo masivo de 5,400 agentes en la capital y sus alrededores para controlar la situación, recordando que ya se habían producido incidentes cuando el PSG logró su clasificación para la final.
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