En muchas ocasiones hemos visto en la televisión películas o series que transcurren en el interior de una cárcel. Estas nos acercan a la forma de vida que llevan los presos y como gastan su tiempo libre. Todo esto ha creado una tendencia por conocer cárceles abandonadas. Por este motivo, desde el portal Musement han preparado un listado de cinco prisiones con mucha historia que merece la pena visitar.
La Conciergerie, París (Francia)
Situada en la isla de la Cité, La Conciergerie fue la residencia oficial de los reyes de Francia hasta el siglo XIV cuando fue abandonada por Carlos V en 1392. Desde ese momento se empezó a utilizar como cárcel. Durante la etapa de El Terror de la Revolución Francesa, este centro penitenciario fue considerado como uno de los más temibles ya que fueron muy pocos los presos que lograron salir en libertad. Su reclusa más famosa fue María Antonieta.
Prisión de Pentridge, Victoria (Australia)
La prisión de Pentridge estuvo en activo desde 1851 a 1997. Entre sus rejas se recluyó, entre otros, a Chopper Reed, un criminal reconvertido en escritor, que afirmó haber participado en 19 homicidios; Peter Dupas, un asesino en serie; Julian Knight, autor de la masacre de Hoddle Street, y Ronald Ryan, el último preso ejecutado en el país. En ella también se descubrieron los restos enterrados de uno de los criminales más famosos de Australia, Ned Kelly, que murió ahorcado.
Alcatraz, San Francisco (Estados Unidos)
La prisión de Alcatraz, sin duda una de las más icónicas, solo estuvo en activa 29 años. Allí estuvieron presos personajes tan famosos como Al Capone o Machine Gun Kelly, el ladrón más buscado de California. Aunque hubo 14 intentos de fuga por parte de presos, solo uno llegó a conseguirlo. Se trata del perpetrado por Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin, que más tarde sería llevado a la gran pantalla en la película «Fuga de Alcatraz» protagonizada por Clint Eastwood.
Chateau de If, Marsella (Francia)
El Chateau de If, una prisión que estuvo activa entre 1580 y 1871, es conocida por encarcelar a los opositores al régimen. Su prisionero más famoso fue José Custodio Faria, quien fue inmortalizado por Alejandro Dumas en «El Conde de Montecristo» como el abate Faria, personaje que se hace amigo de Edmundo Dantès, protagonista de la obra.
Prisión de alta seguridad S-21 (Camboya)
Originalmente construida como una escuela de secundaria, la prisión de alta seguridad S-21 fue utilizada como un lugar para llevar a cabo los interrogatorios más duros durante el régimen de los Jemeres Rojos. Hoy en día, este edificio es un museo que muestra la historia más dura de Camboya. Miles de ciudadanos fueron torturados en esta prisión, y en el museo se pueden observar diversos dispositivos de tortura utilizados para sacar confesiones.