Durante los meses más fríos, los jardines pueden parecer desolados. Sin embargo, algunas plantas con flores desafían el clima invernal, aportando color y vitalidad. A continuación, se presentan cinco opciones para mantener vibrante cualquier espacio exterior incluso en bajas temperaturas.
La primera de estas es el helenio, una planta perenne que florece desde finales de otoño hasta bien entrado el invierno. Sus pétalos, en tonos amarillos y naranjas, iluminan cualquier ambiente. Gracias a su resistencia a diversas condiciones climáticas, son ideales para climas fríos.
La viola es otra destacada opción, ofreciendo una variedad de colores y formas. Esta flor no solo resiste las heladas, sino que también ofrece un aroma encantador y atrae polinizadores en invierno. Plantar violetas permite disfrutar de su belleza prácticamente todo el año.
Por su parte, la bromelia, conocida por su singular forma y colores vibrantes, también es una buena elección. Aunque comúnmente asociada a climas tropicales, algunas variedades pueden prosperar en invierno, añadiendo un toque exótico al jardín gracias a su resistencia y intensidad de color.
La pansy, similar a la viola, florece incluso bajo la nieve. Su amplia gama de tonos, desde los más suaves hasta los más intensos, hace que cualquier rincón del jardín cobre vida durante la temporada fría.
Finalmente, el helleboro, también conocido como rosa de Navidad, es notable por sus flores que aparecen a fines del invierno, precisamente cuando otras especies descansan. Sus colores, que van del blanco al púrpura, embellecen los paisajes invernales con un toque de elegancia.
Incorporar estas plantas al jardín no solo añade belleza en invierno, sino que también crea un espacio acogedor que invita a disfrutar del aire libre pese al clima. Con planificación y cuidado, es posible mantener un jardín floreciente y colorido durante todo el año.