Las autoridades de California informaron que la muerte del actor Matthew Perry está vinculada a una red clandestina de distribución de ketamina, resultando en la detención de cinco personas, incluido su asistente personal. La investigación reveló que la red incluía a su asistente, varios intermediarios, dos médicos y una traficante conocida como «la Reina de la Ketamina». Perry recibió la droga letal de Jasveen Sangha, inyectada por su asistente, y facilitada por el médico Salvador Plasencia. Tres de los implicados se han declarado culpables, admitiendo haber aprovechado los problemas de adicción de Perry para enriquecerse. Perry, quien falleció en su casa de Los Ángeles, tenía altos niveles de ketamina en su sangre, junto a otros factores como ahogamiento y enfermedad arterial coronaria. Una investigación criminal conjunta fue lanzada en mayo por el LAPD y la DEA para esclarecer los detalles de su deceso.
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