En 2020, estudios internos de Red Eléctrica advirtieron sobre la necesidad crítica de aumentar la capacidad de almacenamiento energético y mejorar las interconexiones en España para asegurar la estabilidad y operabilidad de la red eléctrica durante la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. La empresa destacó que estas medidas eran imprescindibles para abordar los desafíos que supone integrar una mayor proporción de energías renovables en la red eléctrica nacional. Las advertencias subrayaron la importancia de tener una infraestructura adecuada que permita manejar la intermitencia de fuentes como la solar y eólica, asegurando así un suministro fiable y continuo.
Este llamado a la acción reflejó una preocupación creciente ante la posible insuficiencia de las capacidades actuales para hacer frente a la demanda futura. La transición verde en España, parte integral del esfuerzo global para reducir las emisiones de carbono, requiere inversiones significativas en tecnología de almacenamiento y en la mejora de las conexiones con redes de otros países europeos. El fortalecimiento de estas áreas no solo contribuiría a la seguridad energética nacional, sino que también facilitaría el intercambio de electricidad con otros países, optimizando el uso de recursos renovables en todo el continente.
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