Las protestas por la situación en Palestina han marcado la Vuelta a España 2025, con interrupciones en la carrera a causa de manifestaciones durante las etapas. Este movimiento ha ganado fuerza, especialmente en la última jornada, impulsado por el respaldo de políticos como Pedro Sánchez e Ione Belarra. A lo largo del recorrido, algunos espectadores han optado por mostrar banderas de España e Israel, lo que ha añadido un elemento de controversia al evento ciclista.
La carrera, que se perfila para que Jonas Vingegaard sea el campeón, se ha visto inmersa en críticas por la participación del equipo Israel-Premier Tech. Aunque el equipo ha eliminado el nombre de Israel de sus maillots, eso no ha calmado las acusaciones de sportswashing, donde se ejerce presión sobre el contexto deportivo para suavizar una imagen controvertida. La policía ha estado atenta a la situación en Madrid, enfrentándose a manifestantes que llegaron horas antes de la etapa, lo que llevó a un aumento en las tensiones a medida que avanzaba la jornada.
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