La costa mediterránea francesa se encuentra en alerta máxima debido a una serie de incendios que han asolado la región desde el pasado fin de semana. El área de Marsella es una de las más afectadas, pero no es el único foco activo. Las autoridades han desplegado equipos de emergencia para contener las llamas y han advertido a la población sobre el peligro inminente. Las altas temperaturas y los vientos secos han complicado las tareas de extinción, y se han implementado restricciones para evitar más eventos de este tipo.
En Narbona, un incendio particularmente virulento ha arrasado más de 2.000 hectáreas, según las últimas estimaciones. Los bomberos continúan trabajando sin descanso para controlar el fuego, que amenaza con expandirse debido a las condiciones meteorológicas desfavorables. Las autoridades han evacuado preventivamente a residentes en áreas cercanas y han solicitado a la población que siga las instrucciones oficiales para garantizar la seguridad. La situación sigue siendo tensa, y el riesgo de nuevos focos de incendio mantiene a la región en alerta constante.
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