La Guardia Civil investiga un alarmante incidente en Montmesa, localidad del municipio de Lupiñén-Ortilla, donde se descubrieron entre cuatro y cinco sacos de excrementos de gallina esparcidos en las piscinas municipales. Este hallazgo, realizado por el responsable de mantenimiento al llegar al recinto, llevó al cierre inmediato de las instalaciones, que ahora deben someterse a un exhaustivo protocolo de desinfección debido al alto riesgo para la salud pública que representa la contaminación.
El alcalde, Carlos Ciria, informó que han buscado orientación del departamento de Sanidad sobre el procedimiento a seguir. Esto incluye la retirada de los excrementos y un tratamiento especial del agua, que debe pasar por un proceso de hipercloración. Una vez transcurridas 24 ó 48 horas, se realizarán analíticas para evaluar la calidad del agua, y la piscina podrá reabrirse solo cuando cumpla con las condiciones óptimas para su uso. Este vertido se suma a otras situaciones similares reportadas en redes sociales, reflejando un preocupante patrón de comportamientos irresponsables en espacios públicos.
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