El Sindicato de Corredores se congregó en la localidad de El Barco de Valdeorras para expresar su preocupación por los acontecimientos ocurridos el martes, que obligaron a recortar una etapa de la competición ciclista. Durante la jornada, los participantes denunciaron la presencia de chinchetas arrojadas en la vía, situación que puso en riesgo la seguridad de los corredores. La organización instó a las autoridades a tomar medidas inmediatas para garantizar la integridad de los deportistas y asegurar que episodios similares no se repitan en futuras etapas.
Los líderes del sindicato subrayaron la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en toda la competencia, enfatizando que la integridad de los ciclistas no debe verse comprometida por actos irresponsables. Aunque se logró continuar con el cronograma tras los incidentes, los representantes destacaron su disposición para colaborar con los organizadores en la implementación de protocolos más estrictos de seguridad. La respuesta de las autoridades locales y del comité organizador será crucial para restablecer la confianza entre los participantes y asegurar un entorno competitivo justo y seguro.
Leer noticia completa en El Mundo.