Chrystia Freeland, destacada figura del panorama político canadiense, ha anunciado su alejamiento gradual de la política. Con una trayectoria que incluye cargos de alta responsabilidad como ministra de Comercio Internacional, Ministra de Exteriores y Ministra de Finanzas, Freeland fue un pilar fundamental durante los gobiernos de Justin Trudeau y posteriormente con Mark Carney. Freeland, conocida por su cercanía con Ucrania debido a sus raíces familiares, ahora asumirá el papel de representante especial de Canadá para la reconstrucción del país europeo. Su decisión de retirarse del consejo de ministros y no postularse en las próximas elecciones federales abre un nuevo capítulo en su vida, dejando un legado de liderazgo e influencia en la política canadiense.
Durante su carrera, Freeland fue vista como una posible sucesora de Trudeau, pero divergencias con él sobre gastos electorales precipitaron su renuncia en 2024 a los cargos de viceprimera ministra y Ministra de Finanzas. Aunque permaneció en la política como diputada, Freeland enfrentó desafíos internos dentro del Partido Liberal y logró solo un 8% de apoyo en la carrera por liderar el partido, ganada por Carney. Su tenacidad fue evidente en negociaciones internacionales, como las del T-MEC con el gobierno de Trump, con quien tuvo una relación tensa. Freeland deja un notable impacto en las relaciones exteriores de Canadá y en la defensa de sus intereses comerciales y democráticos en un contexto global complejo.
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