La expectativa en torno a Oppenheimer, la última obra de Christopher Nolan, se ha visto acompañada de inquietud por su representación del estallido de una bomba atómica. Esta ansiedad se intensificó por el enfoque del director británico, quien evita el uso de efectos digitales, lo que llevó a los espectadores a preguntarse cómo lograría filmar una escena tan impactante sin recurrir a la tecnología moderna. Con el filme disponible en Movistar Plus+ en España, la polémica sobre su estilo y métodos sigue generando interés, especialmente entre quienes aprecian su visión única del cine.
En un giro inesperado, la reticencia de Nolan hacia el mundo de los videojuegos tuvo un impacto directo en el desarrollo de un título vinculado a su interpretación de Batman. Matthew Allen, un desarrollador de juegos, reveló que Nolan rechazó todas las propuestas vinculadas a un videojuego inspirado en su versión del Caballero Oscuro, argumentando que no quería que su obra cinematográfica se mezclara con el mundo gamer. Esta decisión, según Allen, se debió a la percepción de que muchos juegos basados en películas son de calidad inferior y solo buscan aprovecharse de la fama de sus franquicias. Así, el director reafirmó su postura, dejando claro que prefiere mantener su arte alejado del ámbito del videojuego.
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