El Ministerio de Comercio de China ha tomado una drástica medida al incluir a la firma canadiense TechInsights en su Lista de Entidades No Confiables. Esta decisión implica que empresas y ciudadanos chinos tienen prohibido colaborar o compartir información con la compañía. La acción surge tras la publicación de informes que revelaron que Huawei seguía utilizando tecnología de TSMC y otros fabricantes extranjeros para producir chips avanzados, desafiando así las sanciones impuestas por Estados Unidos.
TechInsights, reconocida a nivel mundial por sus análisis de ingeniería inversa, realizó estudios detallados de los chips Ascend 910B y Kirin 9000S. Los resultados demostraron que Huawei todavía dependía de tecnología de TSMC, Samsung y SK Hynix, lo que comprometió la narrativa oficial de China sobre su autosuficiencia tecnológica. Además, la revelación podría llevar a una multa de 1.000 millones de dólares a TSMC por supuestamente fabricar chips para Huawei más allá de los límites impuestos por Washington.
La inclusión de TechInsights en la lista de Pekín representa una represalia simbólica. La lista, creada en 2020 en respuesta a las sanciones estadounidenses, prohíbe cualquier colaboración económica y tecnológica con entidades chinas. El ministerio especificó que TechInsights no podrá participar en transacciones o actividades dentro de China, especialmente aquellas relacionadas con la transmisión de datos sensibles.
Este caso es notable ya que TechInsights no es un contratista militar, a diferencia de otras compañías en la lista como Elbit Systems of America y BAE Systems. China argumentó que dichas empresas han desafiado sus objeciones, cooperado militarmente con Taiwán y difundido declaraciones maliciosas sobre el país. En el argumento contra TechInsights, se destaca su supuesta asistencia a gobiernos extranjeros en la represión de empresas chinas, aludiendo a su papel en las investigaciones sobre Huawei.
Huawei, considerado un símbolo nacional de independencia tecnológica china, está en el centro de esta polémica. Desde su inclusión en la lista negra estadounidense en 2019, ha sido el foco de la guerra tecnológica global. A pesar de los avances proclamados en la fabricación de chips locales, los informes de TechInsights indicaron que la producción seguía apoyándose en tecnología extranjera.
Aunque TechInsights aún no se ha pronunciado oficialmente, los analistas creen que el impacto será limitado en el corto plazo, ya que la firma opera desde fuera de China. No obstante, podría enfrentar dificultades para acceder a fuentes, proveedores y cadenas de distribución locales, lo cual complicaría futuros análisis de semiconductores fabricados en el país. La medida podría, además, enfriar las relaciones científicas y comerciales entre Canadá y China.
Este movimiento envía un claro mensaje político: investigar la tecnología china puede tener graves repercusiones. Con esta acción, Pekín busca blindar sus avances tecnológicos de la vigilancia externa, especialmente en un contexto donde estos informes son utilizados por Washington para reforzar sanciones.
En resumen, la inclusión de TechInsights en la lista china no solo es una represalia política, sino también una advertencia para otras empresas occidentales interesadas en analizar el hardware chino. Mientras que el impacto operativo inmediato para TechInsights puede ser limitado, este gesto profundiza la censura tecnológica y exacerba las tensiones entre China y Occidente.
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