China se ha comprometido ante las Naciones Unidas a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 7% y un 10% para 2035, en un gesto que refuerza el Acuerdo de París, opacado por los recientes discursos anti-ciencia del expresidente estadounidense Donald Trump. Esta es la primera vez que China, el mayor emisor mundial, propone una reducción concreta en las negociaciones climáticas, aunque los expertos destacan que el recorte no es lo suficientemente drástico para mantener el calentamiento global dentro de los límites seguros definidos por el tratado de París. Durante la minicumbre climática en la ONU, el presidente chino Xi Jinping, a través de un vídeo, subrayó su compromiso no solo con la reducción de emisiones, sino también con el incremento en el uso de energías renovables, como la solar y la eólica.
Mientras tanto, António Guterres, secretario general de la ONU, defendió firmemente la acción climática, destacando los beneficios económicos de las energías limpias frente a la narrativa anti-renovables promulgada por Trump. Guterres enfatizó que la energía limpia no solo impulsa el crecimiento sostenible sino que también ofrece seguridad energética. En un contexto donde la Unión Europea ha mostrado vacilaciones en sus compromisos climáticos debido a presiones internas, el liderazgo de China y otros países emergentes se vuelve crucial. Sin embargo, la UE, a través de Ursula von der Leyen, se comprometió a tener su plan climático listo antes de la conferencia anual en Brasil, apuntando hacia un ambicioso objetivo de recortar un 90% de las emisiones para 2040.
Leer noticia completa en El Pais.